Robleblog: Jorge Franco o el vacío en el que flotas

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Por: Carlos Robledo

Con ocasión de su nuevo libro “El vacío en el que flotas” (Alfaguara 2023), el escritor colombiano Jorge Franco Ramos, concedió esta entrevista para Robleblog de la pagina web de la emisora del Instituto Caro y Cuervo.*

ROBLEBLOG: Don Jorge, el libro está edificado en varios pilares, uno de ellos el tema de los desaparecidos, pero los desaparecidos vistos desde dos puntos de vista, la situación de la familia del desaparecido y la situación de la persona que desaparece pero tiene dudas frente a su pasado. Hablemos de esa parte.

JORGE FRANCO: Si. Una cosa aquí importante Carlos, que de alguna manera es intencional, era como alejar un poco también la connotación de desaparecido desde el punto de vista político como se conoce tanto en Colombia, me parecía importante, también como desligarlo de eso, porque más allá digamos de la problemática de desapariciones políticas que hay en Colombia, o digamos sí, de un índole diferente a lo que puede ser una desaparición que ha sucedido en muchas familias colombianas, son personas que desaparecen ya sea por la violencia o por muchos hechos diferentes, tráfico de personas, bueno esos también son hechos violentos, pero hay muchas razones;  en este caso yo quería como buscar también personas que fueran muy de a pie, no que fueran victimas  mediáticas o personas que de pronto han hecho de su condición de víctima como una pose muchas veces, o han asumido como ese rol revictimizándose constantemente y, más bien como apostarle a personas comunes y corrientes que sufren una pérdida y cómo ellos tienen que seguir pedaleándole a la vida a pesar del dolor,  a pesar de la pérdida, porque simplemente no hay alternativa, hay que seguir, hay que seguir sobreviviendo. La desaparición tiene, de todas maneras, en cualquiera de los casos, tiene un matiz  especifico bastante complejo y es el que no cierra, no cierra episodios;  la muerte, digamos que un episodio de muerte, por más doloroso que sea, por más demoledor que sea, refleja por lo menos una claridad de la situación, cierra un episodio, mientras que la desaparición no. Siempre está de por medio la esperanza, porque mientras no aparezca, y como lo dicen los mismos personajes del libro, mientras no aparezca un cuerpo, no se puede hablar con certeza de una muerte,  entonces esa esperanza yo creo que perdura en las personas que esperan, perdura por el resto de sus vidas, y también pues, sí quise, también como contar un poco, como es ese  vacío que se genera, ya desde el punto de vista del desaparecido que en el momento de la desaparición no tenía una conciencia muy clara de qué fue lo que sucedió, entonces lo que le genera a él, el gran vacío, es el desconocimiento de una historia propia, ese desconocimiento de una historia propia en ningún momento a él le permite como asentar los pies con firmeza en el suelo para emprender, digamos, como una vida con seguridad y, ese pasado, esa historia propia, está construida a partir de retazos que le brinda otra persona, una historia llena de contradicciones, de mentiras, que lo que hacen es profundizar más bien ese desconocimiento y aumentar ese vacío.

 

ROBLEBLOG: Otro de los pilares de la historia del libro, es el que tiene que ver con una violencia indiscriminada por la colocación de bombas que vivimos en la sociedad colombiana en la década del noventa, y que precisamente al frente del sitio en que nos encontramos, fue una de las últimas bombas que colocaron en Bogotá en el Centro Andino. Hablemos de esa parte, de esa violencia generalizada e indiscriminada donde cualquier persona inocente puede caer.

JORGE FRANCO. Si. Esa es una violencia, digo generalizada, de todas maneras, también en el término, que no es estrictamente colombiana, digamos, la mayoría de los países han pasado por situaciones similares, no recientemente, pero de pronto en otras épocas de su pasado histórico; es una situación que en ese término es muy universal, este tipo de violencia indiscriminada, que yo y mucha gente la calificamos de cobarde, porque es una sola persona contra muchos, pero es una persona que está actuando o un grupo pero que actúan al escondido, aprovechándose de una situación, digamos, de descuido o de normalidad más bien, porque realmente lo anormal es que una situación cotidiana sea interrumpida, sea alterada por una explosión de una bomba en un espacio público, en una situación como digo cotidiana, eso es anormal y eso es cobarde desde muchos puntos de vista. Eso lo quería también como dejar, como plantear ahí, como ese momento de cobardía, incluso en la historia creo que, aunque se muestra y se cuestiona, no hay unos autores materiales ni unos autores intelectuales claros para este caso, simplemente obedecen como a una racha de terrorismo, que me recordaba a mí mucho la época en la que yo fui muy joven en Medellín, en que era una bomba tras otra, todos los días, casi siempre incluso nos llamaba la atención porque a veces era en horas de la noche y, también es una situación que nosotros todavía en Colombia padecemos el coletazo de esa época y lo vemos aquí al lado, en el Centro Comercial Andino, donde cuando vas a entrar un perro te husmea, te revisa los paquetes y nos hemos acostumbrado a eso, se ha vuelto algo normal, cuando deberíamos, casi que, seguir sorprendidos, extrañados, indignados, por una situación que se sigue presentando.

 

ROBLEBLOG: Otro de los pilares, es la dualidad del ser humano, en el caso de Uriel, no solamente la dualidad de genero frente al tema de Uriel o Kiki Boreal, sino a esta dualidad entre ser bueno y ser malo, y una de las situaciones es que él siendo malo termina salvándole la vida a Richi en el momento de la explosión y ahí se genera una dualidad y una contradicción. Hablemos de esa dualidad de los personajes, porque en esta novela la mayoría de los personajes, con excepción de Sergio, tal vez, tienen una dualidad, hay la dualidad de Celmira, hay la dualidad del propio Anderson y hay la dualidad de Uriel.

JORGE FRANCO: El personaje de Uriel, yo creo es uno de los personajes más complejos a los que me he enfrentando, los que he tenido, los que me ha costado más escribir, precisamente por esa dualidad, por esa complejidad, era un personaje que tenía, que estaba siempre como resolviendo entre unas fronteras muy frágiles, muy delicadas, siempre entre el bien y el mal. Yo siempre me preguntaba, durante la construcción de este personaje, si era posible crear un monstruo bueno?, no sé si esa contradicción se da. Como lo decías, efectivamente, es un personaje que salva a Anderson de la muerte pero al mismo tiempo se queda callado ante un dolor que era obvio, que él fue testigo del dolor de los padres biológicos de Anderson, y que lo vio en las noticias y que veía que estaban en la búsqueda de este niño. Es un personaje que, tal vez a partir, digamos, también de un comportamiento ambiguo en todas sus facetas, en lo profesional, en lo personal y también en lo religioso, porque es un personaje que, como bien se dice en Colombia, el que peca y reza empata, buscaba a través de sus súplicas, de su jaculatorias, de sus invocaciones a las vírgenes y a los santos, como compensar ese pecado que lo martillaba a diario y, eso es algo, pues, que de todas maneras, yo lo siento muy nuestro, muy colombiano, es algo que exploré desde la misma escritura de Rosario Tijeras, de cómo se acude a la tradición religiosa, cultural, pues de Colombia y de Antioquia, para delinquir, casi que se reza para matar y, eso es algo que es muy inherente a nuestra cultura, a nuestra sociedad, pero que también forma parte de esa dualidad del personaje, tanto como su dualidad, su ambigüedad sexual que, yo sentía que también debía tratar con mucho respeto, yo creo que este personaje no es malvado por el hecho de su ambigüedad sexual, sino simplemente es un personaje malvado por lo que hizo, de la decisión que tomó de quedarse con este niño,  pero nada que ver con eso, pero de todas maneras tenía que enfrentarme, digamos, como también a ese tema, con delicadeza, con tacto y con respeto. Una de mis decisiones desde el comienzo, digamos, fue no tomar como una posición, no juzgar moralmente yo como autor a Uriel, eso muy intencionalmente yo quise dejarle ese juicio moral al lector, yo me he encontrado con lectores que lo odian, lectores los que lo aman, lectores que no lo tienen muy claro que saltan del amor al odio dependiendo de la situación que van leyendo, pero eso es algo muy intencional, yo dije, de todas maneras tengo también la creencia de que uno como escritor no debe ser un juez moral de lo que escribe, por lo menos en la ficción, si yo hago tal vez un ensayo o un texto periodístico a lo mejor si puedo dejar como un  precedente de mi opinión personal, pero en la ficción yo, digamos, en lo personal yo tiendo más como a dejarle esos juicios morales a los lectores.

 

ROBLEBLOG: En el libro se reflejan dos escritores, por un lado Anderson, con el que inicia el libro cuando recibe el premio y con el que termina el libro cuando está en la presentación o en la firma de libros de su segundo libro, y por otro lado está Sergio, que trata de escribir un libro pero no se vislumbra en la trama de la novela si lo publica o no. Pero ambos escritores pareciese que estuviesen girando sobre el mismo tema.

JORGE FRANCO: Si.

 

ROBLEBLOG: En el caso de Sergio pareciese que fuese una inmersión del autor, es decir de Usted en el libro.

JORGE FRANCO: Si.

 

ROBLEBLOG: De la misma manera que Velázquez podía verse reflejado en Las Meninas.

JORGE FRANCO: Así es.

 

ROBLEBLOG: Donde usted está escribiendo sobre un libro en el cual Sergio está escribiendo sobre la historia de un niño que desaparece, pero a su vez en el caso de Anderson, si bien no queda explicita la trama del segundo libro que él está publicando, pareciese que tenga que ver con su pasado.

JORGE FRANCO: Con su propia historia.

 

ROBLEBLOG: De donde surge esa situación de esos dos escritores, de esa trama que pareciera como espejos infinitos en la situación.

JORGE FRANCO: Que incluso podríamos decir que hay un tercer escritor, que soy yo, que es un escritor que escribe sobre un escritor que escribe sobre un escritor, alguien cuando comenzó a leer la historia, empezamos como a tratar de descifrar esa estructura, alguien me decía que se asemejaba un poco como a ese  juego de muñecas rusas, de esas matrioskas, donde una muñeca grande contiene una pequeña y esa pequeña contiene a su vez otra más pequeña y así. También yo creo, que también forma parte de esa ambigüedad intencional que yo quería dejar en la historia más allá, digamos, que la hay en el proceder de algunos personajes, y en la psicología de muchos personajes,  pero también la hay en la estructura. Para mí realmente no era tan importante como decir quien cuenta quién, es algo que no se resuelve, yo creo que eso no tiene mayor importancia, pero digamos que ese juego de muñecas si me permitía como establecer un cruce de historias, de líneas narrativas, que finalmente creo yo que tienen como un sentido hacia el final de la historia, como que nos vamos a encontrar al final de la historia con el título de la novela que escribe Anderson, con  el título de la novela que escribo yo y no sabemos muy bien tampoco que pasó con la novela de Sergio,  pero es como decir, como un cuestionamiento, como de quién cuenta quien realmente tiene importancia a eso? Y otro cuestionamiento mucho más amplio que se deriva de ahí, que yo también he tenido, que  lo he planteado en otros trabajos anteriores, como en Melodrama, por ejemplo, es, como que la verdad no tiene un único punto de partida, toda verdad tiene muchas puntas y muchos puntos de vista. Yo en Melodrama lo había trabajado, digamos, como una historia que yo iba contando y de pronto interrumpía con una historia que iba entre paréntesis, que desmentía lo que contaba la otra historia y, era un poco como eso, como cuestionar un poco ese sentido que hoy está como tan arraigado y tan de moda y que usan con tanta facilidad en las redes sociales y, en digamos que en todo lo contemporáneo y, es como quién es el dueño de la verdad y, hoy en día que todo el mundo tiene como ese poder, en los ochenta caracteres o no se cuantos, en estas plataformas se sienten como dueños de la verdad solamente por el hecho de escribirla; eso es un poco más cuando interiorizo, como el deseo de construir una historia compleja, con diferentes líneas narrativas.

Me gustaba mucho también, como esto fue una novela que me permitió entrar, con cierta contundencia, en el mundo editorial, en el mundo de los escritores, con muchos aspectos de los que yo he sido un poco crítico, por un lado, las grandes vanidades, los grandes egos en el mundo de la escritura, que no siempre son equivalentes como a la calidad literaria de quienes los asumen, de quienes los cargan; y por otro lado, pues un proceso que he visto, que de alguna manera se justifica, que es el del medio editorial de convertirse, de meterse con las mismas fórmulas de la cultura del espectáculo, es decir, entrar de lleno en las redes sociales, casi que medir la potencia del autor por el número de seguidores que tiene, eso me parece atroz pero sucede, y de ahí muchas veces se hace el tiraje de los libros, que eso me parece horrible, pero pues de alguna manera digo que lo justificó es porque el mundo editorial no deja de ser un negocio, no deja de ser una empresa y como empresa tiene que sobrevivir o si no, no habría pues manera de publicarnos.  Entonces ahí también aprovecho como para entrar a escarbar esas heridas, esas llagas, esas fisuras que hay tanto en el medio editorial como en el medio de escritores y lo hago pues, aprovecho también para hacerlo, a través de dos personajes que están escribiendo, por un lado está pues el que está viviendo el apogeo del éxito  literario y, por el otro lado, está  el crítico literario que sueña con ser escritor, que por un lado busca como la sanación a través de la escritura contando su propio drama pero temeroso también de que después de haber sido un crítico literario punzante,  duro, temido,  tenga que enfrentarse, el mismo más adelante a alguien como él, a otros críticos.

 

ROBLEBLOG: En ese punto hay una crítica fuerte que Usted hace en el libro al tema literario.

JORGE FRANCO: Si.

 

ROBLEBLOG:  Al tema de los escritores y al tema de las editoriales, sobre todo en el caso de Anderson cuando asiste a los eventos donde presentan libros y se vuelve un tema de vanidades o de elogios mutuos con los demás escritores, a pesar de que no existe una relación entre ellos. No le preocupa el impacto, aunque se trate de una novela, de lo que Usted está reflejando en el libro frente al mundo editorial, frente a su condición de escritor, en su relación con las editoriales y con los homólogos escritores?

JORGE FRANCO:  Mire,  yo en un momento dado cuando comencé a escribir, digamos, esa línea narrativa dentro de la novela, que además me divirtió mucho escribirla, a veces decía, yo pensaba,  me estoy pegando un tiro en el pie, pero primero, tengo dudas de que yo sea, pues, como el único que lo ha hecho ni he sido el primero, yo sé que eso es un tema que a muchos escritores les ha inquietado, la transformación que ha tenido todo el sistema editorial, todo el medio editorial, la desaparición de editoriales privadas, pequeñas, independientes, que han sido absorbidas por grandes casas editoriales, eso es una inquietud muy generalizada, y si llegó como un momento a preocuparme, pero yo dije, sería peor como acobardarme para contarlo y prescindir de eso en mi historia. Me ayudó también mucho ese adentrarme en esa cultura del espectáculo, porque sentía que me iba a ayudar como también al estado mental de Anderson, del personaje, que es un personaje que más allá, ya tenemos su vacío por la ausencia de un pasado, aquí también venía como un agobio por la imposición de una forma de vida, que le imponía socializar, hablar, viajar, participar en cosas que incluso no tenían nada que ver con su oficio, participar en un reality por ejemplo, cosas que estamos viendo que a veces suceden, con personajes que han alcanzado también la fama a través de la escritura y, entonces sentí que tenía que hacerlo, que también dramáticamente le iba a ayudar al personaje, pero yo también como escritor que tenía ciertas inquietudes, que además he sido cómplice, digamos, de esa transición hacia la cultura del espectáculo, pues siento yo que también, que de alguna manera, me burlo de mi mismo, me burlo del medio, me burlo de mis colegas y yo sentía que era como sano hacer esa autocritica a ese mundo al que pertenecemos.

 

ROBLEBLOG: El texto tiene varias líneas narrativas, y algunas de esas quedan en suspenso, la historia de que pasa con el libro de Sergio; el momento mismo del secuestro de Richi no queda muy claro como fue o que pasó, solamente que estaba Uriel en el centro comercial; el tema de la relación entre Boris, Celmira y Carolina; el mismo reencuentro entre Sergio y Celmira; hay unas líneas que quedan en stand by, eso significa, que quedan sujetas a la imaginación del lector o va a ver una segunda parte de la historia?

JORGE FRANCO: Yo nunca había pensado en la segunda parte de la historia, hasta que me he encontrado en estos últimos días con muchos lectores, que me están diciendo, que no puedo dejar la historia ahí, yo sentí que lo que había para contar había que contarlo hasta el punto donde yo cierro esta novela, porque lo otro, yo sentí que lo otro no se iba a despachar, digamos, en dos o tres capítulos, lo otro sobre todo y voy a hablar más que preocuparme que pasó con Boris y con Carolina, había algo que queda todavía mucho más en el filo y es que va a pasar con Uriel,  no podemos dañar la historia pero es un final que deja a Uriel, digamos contra la pared,  sin haber siquiera una sola amenaza en ese momento, me lo deja contra la pared, entonces eso si podría dar para otra historia más adelante,  hay otras partes que yo intencionalmente si las dejo muy abiertas, en realidad porque no sé por qué siento que no tiene como tanta importancia llegar a cerrarlas, yo siento de todas maneras que la literatura, por ejemplo, a diferencia del cine permite como dejar finales abiertos y dejar líneas narrativas abiertas. Digamos, el momento del secuestro, yo quise dejarlo como  ligado a la confusión del momento de la explosión, no quise aclararlo porque yo creo que mataba un poco  esa atmósfera de desconcierto, de confusión, que fue el momento de la explosión, en la misma protagonista en Celmira ella no tiene muy claro qué hizo ese minuto antes de la explosión cuando supuestamente, porque tampoco se da por hecho, alguien avisó que había un paquete, que había la posibilidad de una bomba, entonces yo quise dejar como eso, como parte de toda esa confusión. Yo sentía por ejemplo que en el caso de Boris, Celmira, Carolina, yo sentía que esos eran unos personajes que iban a ser pasajeros en su vida, simplemente le iban a permitir a ella resolver unos puntos que ella no tenía muy claros y que la estaban mortificando, preguntas como por ejemplo, puedo yo como madre víctima que tengo un hijo desaparecido darme el lujo de volver a sentir un placer sexual? y, son preguntas que, digamos que la mortificaban a ella, esa y otras más, que yo creo que la llevaron a ella como a tomar esa decisión de vivir independiente, de alejarse de su mundo anterior, de comenzar a vivir otra vida, donde siempre fue señalada o por lo menos vista como mujer victima y, la pregunta es tengo que cargar, otra de las preguntas sería, como tengo que cargar yo con este rol de mujer víctima el resto de mi vida?, con algo importante, no quiere decir que, digamos que, cuestionar eso quiere decir que va a dejar de sentir un dolor o que va a dejar de preocuparse por imaginar la situación en la que puede estar su hijo, pero es simplemente como tengo yo que seguir como víctima pedaleándole a la vida a pesar de cargar con esto; entonces eran muchas inquietudes que yo sentía que ella podía resolver con ellos dos y que ese era el papel de ellos en la vida de Celmira era eso, más allá de eso yo sabía que no se iba a formar ni una historia de amor, no iba a pasar a más, tenía claro además, no debería decirlo,  pero qué decisión iba a tomar ella después de haberse relacionado con Boris y Carolina,  era algo que yo tenía desde el principio y los personajes lo insinúan, de pronto dicen las cosas volverán a ser como antes,  nunca van a ser como antes después de un dolor y de un momento como ese, pero de pronto intentarán volver a ser como antes, a ser parecidas a antes.

 

ROBLEBLOG:  El libro está escrito en tres personas, Usted pasa indistintamente de la tercera persona a la primera persona, pero también hay una segunda persona.

JORGE FRANCO: Así es.

 

ROBLEBLOG: Y cuestiona en ciertos aspectos a Anderson. Este cuestionamiento es una conciencia, es decir es la voz de la conciencia que le está hablando a Anderson en un momento dado frente a sus comportamientos y sus actitudes?

JORGE FRANCO: Yo creo que si, digamos,  que nunca tuve como muy claro quién podría ser esa voz, ni otorgársela a nadie sino a una misma conciencia, como una conciencia pero de todas maneras como dotada como por un pensamiento crítico y un pensamiento que está hostigando a Anderson y que está punzándolo, puede ser la misma conciencia de Anderson o puede ser incluso la misma conciencia del mundo,  del mundo editorial que hablábamos ahora, o es algo que está exigiéndole resultados a Anderson y reclamándole al mismo tiempo un comportamiento,  pero para mí lo más claro es que puede ser su propia conciencia,  totalmente tomando una distancia muy grande del mismo Anderson.

 

ROBLEBLOG: Hay la posibilidad de El vacío en el que flotas vaya al cine o a la televisión?

JORGE FRANCO: Pues también he encontrando muchos comentarios similares ahora que el libro ya está en manos de los lectores,  yo cuando lo escribí nunca pensé en eso, en que fuera a ir hacia ese lado, si se hace siento que el libro tiene una estructura compleja, estamos de todas maneras ya como espectadores del cine acostumbrados también a estructuras complejas que no necesitan de demasiadas explicaciones,  yo la verdad no lo veo, tampoco lo veo imposible, yo tengo formación de cine y estoy convencido de que todo libro es adaptable, en el sentido de que puede ser inspirador para contar una historia a partir de la literaria, porque también tengo muy claro que lo primero que tiene que haber entre un libro y una película es una separación amistosa, no se trata de ser fiel al libro ni copiar el libro en el cine porque manejan herramientas distintas y forma de hacerse muy distinta, yo creo que sí podría ser, inspirar una historia digamos basada en El vacío en el que flotas. También he creído siempre que quienes están buscando historias para cine son los que tienen como la habilidad, tienen el ojo para ver, si en lo literario, en este caso en esta novela, hay elementos que puedan ser traspasados a un formato de cine.

 

ROBLEBLOG: Una ultima pregunta. Cual sería la banda sonora para este libro?

JORGE FRANCO: No me la había imaginado, a ver, unos segunditos yo pienso que podría ser, es curioso porque digamos, por un lado en la misma historia, se evoca cierta música que no es común, es una música,  es la música por ejemplo, con la que canta Uriel, la que sueña Uriel para su cabaret,  y a veces por ejemplo, él nos habla de cuplés, que es una música que es vieja y que en nuestro medio no se oye mucho, yo pienso que solo personas como Uriel, que tienen como ese sueño, de cabaret para realizar en su vida, pues,  disfrutan tanto con esa música pero de pronto sería bonito como recuperar algunos de estos cuplés, esta música de los antiguos cabaret para una banda sonora. Por otro lado, yo no sé porqué ubico a Anderson con una música bastante opuesta, ruda, casi que un heavy metal, yo siento que ese ruido,  a mí me gusta el heavy metal, pero siento que ese ruido que la gente percibe en el heavy metal,  puede ser como un reflejo de la percepción que tiene Anderson de sí mismo, de su historia pasada, y de la realidad de lo que lo rodea, yo creo que sería una banda sonora un poco extraña que a lo mejor no lo van a usar nunca porque sería como una mezcla entre cuplés y heavy metal.

 

ROBLEBLOG: Mil y mil gracias Jorge.

JORGE FRANCO: No, Carlos, antes mil gracias.

*Septiembre 1º de 2023