Robleblog: Juan Álvarez o Recuperar tu nombre

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Con ocasión de su libro “Recuperar tu nombre” (Alfaguara 2024), el escritor colombiano Juan Álvarez, concedió esta entrevista para Robleblog de la página web de la emisora del Instituto Caro y Cuervo

Por: Carlos Robledo

ROBLEBLOG: Puede recuperar su nombre, quien ha sido privado injustamente de la libertad, cuando la detención preventiva ha sido titular de primera página de los diarios, pero la noticia de libertad no alcanza a ocupar un reglón de los periódicos?

JUAN ALVAREZ: Yo creo que tu primera pregunta apunta a una cosa que yo llamaría desproporción en el cubrimiento, y que es como completamente común, transversal y permanente en toda nuestra experiencia democrática y pública. Estamos repletos de titulares producidos por las fuentes judiciales en el sentido de un montón de investigaciones, detenciones, resultados, como esta vocación de hacerle ver a la gente que efectivamente la justicia opera,  pero cuando llegan esas segundas instancias, esos matices,  esa comprensión más detallada o esa crítica o impugnación a operaciones desleales, corruptas o incluso simplemente equivocadas de la administración de  justicia, difícilmente tienen la misma proporción de cubrimiento y eso hace parte de toda nuestra experiencia mediática, y no solamente en lo judicial,  en otra serie de instancias también y, por eso, enfrentarlo es difícil y quizás por eso requiere de una actitud o de una acción o de un proceso que sólo es posible a cosas extrañas y al mismo tiempo clásicas como una obra de arte, y creo que por eso yo sabía que la única manera real de intentar contestar esa desproporción de armas que se traduce en una desproporción de cubrimiento y es una especie de tragedia narrativa era con una obra de arte.

ROBLEBLOG: Estamos en la era de la justicia mediática, en la cual los titulares de prensa reemplazan a las decisiones judiciales y algunos periodistas asumen el rol de jueces y fiscales ?

JUAN ALVAREZ: Es complicado, yo sí creo que es un hecho que hay una cierta mediatización de la justicia, en el sentido en el que ese aparato judicial no sólo en Colombia sino en muchos lugares, se sabe atendido o vigilado por la gente, por la sociedad, por la opinión pública, dependiendo de ciertas figuraciones o no en el escenario de los medios de comunicación masivos, en cada sociedad esa cuestión de medios es diferente y por lo tanto esa relación con la fuente judicial también. Yo no iría tan lejos hasta decir que hay digamos una sustitución de los jueces por parte de los periodistas, ciertamente, mucha de esta monetización de la indignación los periodistas asumen unos roles más activos o más pronunciados en términos de sus emotividades y de sus posiciones y, por lo tanto muchas de sus intervenciones o de sus actos de comunicación o reportería cobran formas casi de juicio y por lo tanto se acercan a este plano de las decisiones judiciales, ahora, eso un poco como en la confusión semántica, pero a la hora de la verdad, ciertamente, son instancias separadas, también es un hecho que mucha de la investigación periodística buena y seria acaba siendo insumo para aperturas de noticias criminales y muchas veces para el desarrollo de investigaciones, lo cierto sí es que en los últimos años en Colombia, creo que sí ha habido un cierto deterioro de esas complejidades y por lo menos en las últimas dos administraciones, como lo discuto en el libro, en el caso de Martínez Neira hubo un esfuerzo por hacer de su gestión una cosa expuesta permanentemente en los medios para construir una narrativa que le ayudara en su ejercicio de encubrimiento y, en el caso de Barbosa vimos una relación, una simbiosis muy fuerte y muy perniciosa entre una revista en particular, la revista Semana y esta administración, eran casi voceras la una de la otra, pero eso siempre se va transformando, son disputas y bueno en cada sociedad creo que la ecuación va variando, dependiendo de muchos elementos en juego.

ROBLEBLOG: La historia principal del libro es la detención y el proceso penal de Fernando Álvarez, pero la historia secundaria es el feminicidio de Alejandra Diaz Lezama, como conjugar esas dos historias, a partir del punto en común del autor del libro?

JUAN ALVAREZ: A mi me interesa mucho el asunto, que creo que está planteado al inicio del texto, sus primeras líneas sobre cómo esto intentó ser tres historias, pero quizás no sea ni siquiera una completa, quizás sea una principal, una secundaria y una tercera orbital, yo creo que a mi me interesaba mucho y en la estructura del libro creo que está así, que el encierro pandémico como experimento social común y trágico estuviera presente también, yo no diría que la historia es solamente sobre Fernando Álvarez, el feminicidio de Alejandra Diaz Lezama sino también sobre mis experiencias de encierro social, quizás sea una especie de podio, quizás sea un desvanecimiento,  una muy coloreada, otra menos coloreada y otra menos coloreada,  no sé, no sé bien cuál es la proporción en la que se puedan leer, creo que estructuralmente hay unas claves pero al mismo tiempo también depende mucho del énfasis que el lector termine haciendo de la historia que más le interese, a mi lo que me interesa es que las tres están inmiscuidas en lo que podríamos llamar los  poderes públicos, ese intrincamiento entre la manera como hacemos leyes, la manera como las hacemos cumplir, las gestionamos o las trabajamos en materia judicial penal pero también el poder político que nos armoniza o nos hace accionar como en la vida civil, creo que son historias públicas, de lo público, al mismo tiempo que sean historias con dimensiones íntimas y privadas, con más o menos silencios y yo creo que hay una idea que acabamos como encontrando hacia el final, porque yo iba escribiendo un poco como intuitivamente aunque con algún orden y es que, yo creo que esos tres grados de intensidad de historia están un poco atadas por un extravío emocional, el extravío emocional del autor,  del yo, del nombre propio, que así como está presente como protagonista en la medida en que en la historia central es una de las personas afectadas, al mismo tiempo está desvanecido  como protagonista en la última historia, como lo estamos todos frente a lo que fue la pandemia,  entonces, creo que lo que los ata es el yo que cuenta su extravío emocional pero también el hecho de que pertenecen a nuestra relación con la justicia y con los poderes públicos.

ROBLEBLOG: Frente a la historia central del libro, esto es, la detención y el proceso penal contra Fernando Álvarez, se erigen dos temas de igual importancia, la situación del detenido y la situación de la familia del detenido. Hablemos de este último aspecto.

JUAN ALVAREZ: Sí hay una idea frente a esa pregunta, como el lugar de la familia, que a mí me interesó mucho y era como una especie de enunciación que nos dijo nuestro abogado y que luego leí en un grado u otro, o en otra cantidad de lugares y es como, cuando a uno le apresan o le encierran o le detienen un familiar, una de las tareas más importantes del resto de la familia es no dejarse encarcelar ellos mismos, no entrar ellos mentalmente en la cárcel también, creo que todo eso depende mucho de la relación que ese miembro de la familia encarcelado tenga con los demás, en el sentido de dependencia o independencia económica, dependencia o independencia emocional y bueno otra serie de factores, creo que lo que nos salvó a nosotros de una tragedia aún más grave, digamos de habernos enfermado, de habernos enloquecido, fue que nadie en la familia, en ese momento en el que los hechos ocurren, dependía económicamente de Álvarez, por fortuna, éramos personas adultas, profesionales, que ya trabajamos y él no tenía responsabilidades económicas a su cargo, con lo cual creo que podía tener un poco más de tranquilidad y paz mental, eso y haber aprendido a meditar lo salvó; y el lado familiar, eso como un esfuerzo por no dejarnos encerrar nosotros también.

ROBLEBLOG: Álvaro Gómez Hurtado decía que él en la Asamblea Nacional Constituyente se había equivocado con la creación de la Fiscalía General de la Nación, porque era demasiado poder para un solo hombre. Usted que piensa al respecto?

JUAN ALVAREZ: No lo sé, yo creo que si bien es cierto hice un ejercicio profundo, importante, en la medida de mis capacidades de investigación,  no soy ni un especialista, ahora, sí creo que los ciudadanos tenemos derecho a tener impresiones, opiniones informadas y parte de la opinión informada que yo tengo es que no sé si la Fiscalía tenga demasiado poder, lo que sí es un hecho es que no tiene suficiente vigilancia y hay una cosa así estructural en esa arquitectura que me parece peligrosa y problemática, y es que sea la Fiscalía quien investiga a los jueces, porque no creo que se consolide esa independencia y distancia de este nuevo sistema penal oral que es de controversia y no inquisitivo, mientras los fiscales que imputan, investigan e imputan sean los mismos que determinan la suerte de la investigación e imputación de aquellos jueces que tienen que hacer el control material y las decisiones de esos procesos que la Fiscalía les lleva, creo que hay una cosa de estructura de poder y de gestión que quizás no tiene mucho sentido o valdría la pena pensar y revisar y si es una entidad con un poder gigantesco no suficientemente vigilado, hay una cantidad indicadores de gestión que ellos no controlan y muchísima opacidad frente a la transparencia que tendrían que tener ante la opinión pública y la sociedad civil que les pide cuentas.

ROBLEBLOG: El libro no solamente refleja la situación de Fernando Álvarez y del autor, sino también la situación de miles de personas y sus familias que han sido y continúan siendo privadas injustamente de la libertad. Usted que mensaje les da y les transmite a esas personas?

JUAN ALVAREZ: No lo sé, no sé si me atrevo a darle un mensaje a las personas privadas de la libertad de manera injusta en el sentido en el que creo que cada trayectoria es una individualidad muy, muy compleja de entender, hay una oración en el libro que me viene a la cabeza y es que cuando estaba allá en la cárcel, uno en el patio escuchaba muchos relatos de gente inocente contando su relato de inocencia y de gente culpable contando su relato de inocencia y, creo que decía yo que eso es como una tensión, una contradicción que no acabo de entender y no acabo de superar emocionalmente.  Más que un mensaje, pensaría un poco en lo que siempre trato de pensar en las cosas complejas y difíciles de la existencia y es cuál es el lugar de la obra de arte para conseguir comprender y digerir esas complejidades.

ROBLEBLOG: Cual es el lugar de la obra de arte para la comprensión de las complejidades ?

JUAN ALVAREZ: Bueno, yo creo que es un hecho que el  saber artístico, que la comprensión y la experiencia que se vive y que se habita cuando se experimenta una obra de arte, es una experiencia estética que puede usualmente superar la envergadura o digamos casi que el número de elementos en juego que una operación meramente comunicacional, digamos, en el caso del lenguaje narrativo cuando elevo su función comunicativa pero también está en su función estética creo que sí hay unas envergaduras más amplias, una especie de rango más amplio de capacidad de experimentación, y en ese orden de ideas creo que la obra de arte si es un saber contemporáneo y antiguo, un saber transversal desde hace muchos siglos y milenios para que nuestra especie se persuada de actuar de ciertas formas, no necesariamente para bien, esto para bien para mal, toda la estética nazi también produjo una serie de convicciones sociales y por ende de violencia, esto es un fondo lo que se discute en La República de Platón, cuando Platón expulsa a los sofistas, a los poetas perdón, es un poco porque siente que hay una fuerza que nadie controla y que es capaz de conducir a los seres humanos a lugares no sensatos frente a la actividad política, creo que sí es un hecho que el arte tiene unas posibilidades de fuerza, ahora también está en un contexto contemporáneo mercantilizado y por lo tanto muchas veces domesticado, pero bueno en términos epistemológicos, sí creo que es un hecho que las obras de arte tienen una capacidad de recibir un rango más amplio de complejidades y por lo tanto de experiencias que requieren de quizás mayores interconexiones cerebrales, pero es solo una especulación.

Créditos:

Fotografía 1: Revista Cambio – Fotografía 2: Revista Semana